Son la máxima expresión del conmigo o contra mí. No entienden de gamas de grises. Ignoran y sepultan (al menos, lo intentan) cualquier opinión discordante, por mínima que sea.
Anoche, dio igual que el FROG avalara la gestión del Consejo. No importó que lo hiciera pese a la pérdida de más de 30 millones de euros por el descenso, pese a la reducción del beneficio esperado, incluso pese a las evidentes dudas sobre que el contabilizado cobro de East United vaya a producirse.
En una Junta demasiado parecida a las de las últimas décadas, solicitamos en vano (literalmente) un cambio de actitud al Consejo. Intentamos explicar a sus integrantes que esto no es una historia de buenos y malos (ellos son los buenos, por supuesto), y que hay muchas más voces y opiniones válidas en el levantinismo que merecen, como mínimo, ser escuchadas. En definitiva, que es inmoral pretender quedarse el club sin haber puesto ni uno.
Pero nada. Ha sido ver la opción de perder el control absoluto de la Fundación y hacer saltar sus alarmas. Su elección: polarización interesada en un absurdo Quico sí-Quico no (cuando el FROG ha dicho por activa y por pasiva que su gestión económica es excelente), dirigida y tendenciosa campaña mediática para promoverla y, al final, la solución clásica del dictador: la censura total.
Haciendo uso de una interpretación más que discutible de los nuevos estatutos de la Fundación (hechos a medida por la anterior, a la que pertenecían todos y cada uno de los miembros del Consejo, y cuyo secretario reconoció ayer –pero les da igual- la situación irregular desde 2015 de ocho patronos), se decidió votar a cuatro patronos por tramo, pese a que el artículo 11 especifica, expresamente, “sólo dos por tramo”. Pero claro, pone “designar”. Así pues, se vota a cuatro, se ‘designa a dos’ y se invita a que un Patronato con abrumadora mayoría de afines, ‘lógicamente’, acuerde colocar a los dos restantes por tramo.
De este modo, los seis candidatos propuestos por el FROG tras la votación democrática (a voto por asociado) realizada la semana pasada –José Tomás, Vicente Cosido, Tomás Pérez, Valentín Serrats, Jorge Lacasa y Eloi Blasco-, en vez de quedar terceros y cuartos –como hubiera sucedido en una votación de 6- acabaron en los puestos quinto y sexto de cada tramo. Es decir, fuera de la futura Fundación.
El resultado, huelga decirlo, va a ser un Patronato de afines al Consejo (más aún que el anterior), como era evidente tras la calculada negativa a aceptar la oferta de compra de 6.000 títulos de José Luis López. Yo me lo guiso, yo me lo como. Y la voz de más de 500 accionistas… ¡¡¡500!!!, absolutamente ignorada.
Por nuestra parte, no podemos dejar de agradeceros a todos y cada uno vuestro esfuerzo por hacernos llegar cada delegación, con lluvia, con frío, desplazándoos a donde fuera, viniendo como ayer Norberto con 30 acciones más conseguidas a última hora, enviando por whatsapp, como Alberto, a sus 77 años, las hojas escaneadas como bien pudo… Han sido muchas las historias increíbles de estos dos meses, y desde luego, tienen como colofón nuestra primera gran victoria: ya no hay caretas. En este proceso, cada uno ha quedado retratado.
Ahora, es momento de analizar con calma lo sucedido, corregir errores y seguir remando. Si en menos de dos meses hemos sido, entre tod@s, capaces de conseguir el apoyo de más de 7.000 acciones, no podemos sino pensar en un futuro mejor.
Por nuestra parte, hoy es momento de deciros GRACIAS. Miles de gracias a tod@s por vuestro esfuerzo, vuestras ideas, vuestros informes y, sobre todo, vuestra confianza.
Vuestro apoyo es nuestra fuerza. Y el futuro, que nadie lo dude, lo vamos a acabar escribiendo entre tod@s.
Carlos Ayats Pérez, presidente del FROG